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Mostrando entradas de julio, 2009

Pachamama

--> Vuelvo al principio, Donde todos los mundos son uno. El sol y la luna, se funden en un eclipse Mis pies te caminan, te sienten Soy yo, y soy los otros Somos vos y yo Soy… Somos… Yo, hecha de tu barro Moldeada mansamente con tu sabiduría Reconociéndome en tu río, en tu brisa, en tu cielo Llenándote de preguntas Que sólo respondés con el tiempo del sol Ese tiempo que debiéramos aprender En este tiempo, Donde todos los mundos olvidaron que eran uno, donde el sol y la luna prefieren no cruzarse donde los pies no te caminan, ni te sienten ¿Soy yo? Sí, somos vos, yo y los otros Somos nosotros, Hechos de tu barro Corriendo a tus brazos morenos Para que nos devuelvas, De un soplo, al principio.

Mi sombra y yo

Tres palabras son suficientes para que el tiempo se descongele. Como la caricia de una madre a su guagüita, cariñosamente me tienden su mano y sonríen. Y yo lentamente, con la paciencia de la más sabia artesana, comienzo a recoger mi sombra. Agotadas de tanto penar, nos sentamos a descansar a orillas de tu río. Nos gusta ver cómo viaja el agua... A veces, nos dormimos escuchando tu música otras, perseguimos el sueño oyendo tu silencio. Siempre bien juntitas, acurrucaditas las dos, aguardando tiernamente que nos salpiques con tus gotas de dulzura (Podés encontrar la imagen en http://sakkarah.blogia.com/2007/octubr

Autocrítica

DESalineada DEScuidada DESencajada DESilusionada DESubicada DESinteresada DESencontrada DESencantada DESganada DESencaminada DESequilibrada DESconfiada DESanimada DESinflada DEShechada DESamorada DEVASTADA

El fin del País de Nunca Jamás

Te da rabia tu orgullo herido O tal vez esa sensación del río Que nunca vuelve De lo evitable y lo inevitable Buscás respuestas en el viento Y la noche callada te mira perpleja Esperando un gesto, un indicio Que le demuestre que seguís ahí Rodando en tus pensamientos Buscándole el por qué a todo. De pronto, te encontrás riéndote de vos misma de tu ingenuidad, más bien infantil, y descubrís que el País de Nunca Jamás fue siempre una farsa, pero dudás… Quizá hoy sea más real que nunca… y como mandamientos tallados en la eternidad, reza: Nunca Jamás quieras alejarte de tu humanidad Soltando tu instinto Nunca Jamás escuches tu latir antes que tu voz Nunca Jamás pienses que puede haber un “siempre” Nunca Jamás pronuncies ese nombre Que tan salvajemente Te arrancó de tu niñez

Paciencia impaciente

El cuerpo alborotado (la mente, un tanto peor) Las manos inquietas Los dientes queriendo devorar esas uñas Como si fueran la última comida en el mundo. Te preguntás, repreguntás y despreguntás Una vez, dos veces, diez veces, Si hiciste bien… Te insultás y reprochás por haberlo hecho Maldecís esa impulsiva manía De decir las cosas, arrepintiéndote antes de decirlas Pero diciéndolas igual Las palabras se burlan y abusan De esa libertad que les das Y vuelan, desordenadas, a destino Lo que te come por dentro, Como una manada de termitas, Es la incertidumbre… Quizá haya sido todo un espejismo Y ahora, a la distancia, puedas diferenciar La realidad, de aquello que tu imaginación Inventó con aires de poeta. Odiás esa frase mediocre, Pero lo que más detestás es que sea cierta: “Sólo queda esperar”, pensás Sin querer creerlo ni quererlo, quedás paralizada Mirando ese maldito aparato hasta casi ojearlo Y esperando que suene Para saciar esa i

Fantasmas invisibles

Lo juro, no puedo olvidarte. De verdad, lo intento. Lo intento pensando en otras cosas O inventándome cosas para hacer. Pero no hay caso. No hay caso, porque hace rato Que sos un fantasma. No hay dudas de que todos, Absolutamente todos, Sabemos que estás ahí. Pero hace mucho que los fantasmas Dejaron de ser negocio en este mundo O, mejor dicho, son el mejor negocio De este mundo Porque así, invisibles como son, Algunos, pueden hacer y deshacer a su antojo Y entonces, nosotros podemos hacer Que no te vemos Y seguir andando sin echar vistazos A los costados. Podemos no ver que estás ahí tirado, Suicidándote cada día, No porque no sepas hacer otra cosa Sino porque no le encontrás el sentido A hacer otras cosas Ni siquiera le encontrás sentido A lo que estás haciendo Pero eso no te importa. Porque a nadie le importa, Aunque se les seque la boca Hablando de vos. A quién engañan… Nunca les importaste Si sólo sos un fantasma v

In Lak`ech (Yo soy otro tú)

Nos conocimos en la infancia y mientras el resto se empeñaba en decirme que éramos diferentes tu mirada me mostraba exactamente lo contrario. Yo creo que fue a partir de entonces que nunca más nos separamos. A veces, juego a olvidarme de que existís pero enseguida venís vos y me tocás el hombro, algunas veces en silencio y otras, a los gritos para decirme que no querés más, que hay días en los que podés y otros, en lo que preferís no despertarte o sí, despertarte y para siempre de esa vida que no elegiste vivir. Y entonces, no puedo escapar a tu mirada porque en tus ojos me veo a mí, te veo a vos mirándome cómo te toco el hombro, algunas veces en silencio y otras, a los gritos para decirte que no quiero más, que hay días en los que puedo y otros, en los que prefiero no despertarme o sí, despertarnos y para siempre de esta vida que no elegimos vivir... Y entonces, no podemos escapar a nuestras miradas porque yo soy vos, y vo

La noche y sus secretos

¿Quién no quisiera conocer los secretos de la noche? El sol desaparece y los aromas dormidos renacen. Bajo esas gotas de rocío, se nos vienen palabras y pensamientos que en otros momentos prefieren guardarse... Como si las estrellas se ofrecieran a ser testigos de esa locura nocturna, dejamos ir palabras irracionales que no estamos tan seguros de querer decir, pero que salen así, sin más... Y cuando muere el hechizo maldecimos por ese libertinaje de palabras que descubre caprichosamente el manto de aquel rinconcito oscuro de nuestras almas...

Trashumando

¿Qué es lo que te inquieta? Tal vez, el sueño de ser algo que aún no lográs descubrir. Quizá lo intuyas pero la incertidumbre eclipsa toda certeza posible. ¿Qué habrás sido en tus vidas anteriores? ¿Qué serás en lo venidero? Eso también te quita el sueño... Pero, ¿qué sentido tiene mirar tus huellas o tu horizonte si no detenés tu marcha y alzás tu mirada al infinito para preguntarle a la luna quién sos? Tal vez temas que te devuelva el silencio, o que con su luz te muestre aquello que no querés ser... Y entonces te quedás ahí, parada en la inmensidad de la noche, contemplando a tu alrededor con la voz muda, esperando el momento en que tu boca estalle a gritos y calle ese ruido que te desvela...